Nos permite valorar e identificar fracturas, evalúa la extensión de tumores y estudia las alteraciones congénitas y del desarrollo
Es de gran ayuda en la planificación de procedimientos reconstructivos del esqueleto facial, como secuelas postraumáticas, cirugía craneofacial y ortognática
Permite conocer la necesidad de injertos óseos y cirugía pre-protésica previa a la colocación de implantes